La pandemia nos hizo entender que los espacios exteriores son cada vez más importantes, y que todos queremos un espacio así para escapar de nuestra cotidianidad y así mejorar la calidad visual y de vida.
Esta necesidad de conexión con la naturaleza ha dado lugar a una serie de tendencias y todas buscan un mismo objetivo: crear un lugar reconfortante donde pasar el día a día, disfrutar, reunirse o refugiarse.
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Jardín sostenible
Nos olvidamos de los jardines formales para dar paso a la plantación autóctona, de bajo consumo de agua, estacional, en la que el clima y sus variantes son protagonista. La mezcla de plantas de diferentes texturas y colores, proporcionan estructura y movimiento al jardín.
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La iluminación
La iluminación del jardín es sin duda una de las prioridades a tener en cuenta en el diseño del mismo. Se impone la iluminación indirecta, decorativa, que resalta la naturaleza y le da protagonismo, creando ambientes visuales que crean una sensación ligera, estética y cálida.
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La ligereza
Los elementos decorativos del jardín ahora pasar a ser elementos ligeros que personalizan el jardín y aportan sensación de amplitud. Jugamos con elementos pesados, como muretes o jardineras altas, combinándolos con elementos ligeros.
Pequeñas intervenciones a través de pasos de jardín, plantaciones, y una iluminación adecuada, siguiendo las tendencias que hemos comentado, se adaptan a espacios solos y abandonados, aportando calidez y utilidad.